viernes, 26 de julio de 2013

Conclusión de cierre de semestre.

Bueno, para finalizar con este semestre de trabajo, al igual que en cualquier otro ramos debo rendir cuentas de lo que he aprendido. Por primera vez en mi vida, daré cuenta de esto plasmándolo en una entrada de blog. Será interesante ...
Desde la primera vez que nos encontramos en la misma sala con la profesora Erna Navarrete y el profesor Félix Pérez tuve la sensación de que estas clases serían muy interesantes, y completamente distintas a todas las clases que había tenido en toda mi vida. Y por fortuna así fue. En ningún momento sentí que las actividades se volvieran monótonas ni aburridas. Para mi cada encuentro era una nueva oportunidad de crecer. Y esto fue para mí lo más importante. En las mayorías de las clases uno sólo desarrolla su lado intelectual, pero nunca nunca en mi vida había tenido una clase que me ayudara a crecer en otros aspectos.
Estas clases me llevaron a caminar por terrenos nuevos, donde continuamente me encontraba conmigo misma y con mis emociones. Fueron clases en las que me retro-inspeccionaba, donde miraba hacia mi interior y abría ese baúl emocional que la mayor parte del tiempo mantengo cerrado.
Fueron incontables las clases en las que reí, me divertí; las clases donde me emocioné y llegué incluso a llorar oyendo a mis compañeros. Esto fue también otro aspecto importante que desarrollé con el transcurso de las clases: aprendí a oír con mayor atención y a sentir en conjunto con quien comparto.
Creo que es lo más destacable de las actividades era que uno lograba conectarse consigo mismo, pero no sumergiéndonos  en nuestro interior, sino más bien compartiendo nuestro interior con nuestro entorno. Conectando todas esas emociones y sentimientos  y expresándolas con el cuerpo a través de una mirada, un saludo, un apretón de manos, un abrazo, bailando, haciendo música, guardando silencio. Y todo esto lo logramos a través de pequeños trabajos individuales y grupales.
Aprendí muchas cosas, que creo que muchas quedarán en el tintero y no serán escritas.
No hubo clase en la que saliera más relajada, más tranquila. Tampoco hubo clase alguna en la que no saliera cuestionándome una miríada de cosas. Recuerdo que las actividades finalizaban y quedaba con gusto a poco. Quería seguir conectándome.
Y en fin, cada una de las cosas que fui viviendo y aprendiendo con el transcurso de las actividades fueron registradas en este blog, o mejor dicho en esta bitácora creativa, donde pude plantear mis vivencias, mis sentimientos, mis pensamientos y reflexiones, y todas aquellas apreciaciones que pude ir teniendo clase a clase.
No puedo decir, de manera alguna, que soy la misma persona que entró y se sentó por primera vez a la sala Brígida Flores un 28 de Marzo. Evidentemente he cambiado. En algunos aspectos he crecido. Es más cada vez que terminaba una clase sentía que ya no era la misma, y cuando transcribía mis experiencias en este blog me daba el trabajo de reflexionar aún más. Ahora había crecido el doble.


Regalitos que guardan mucho dentro de sí.

Ayer, Jueves 25 de Julio. Dimos cierre a una actividad que había sido postergada continuamente: La entrega del regalo creativo.
Como mencioné en una entrada anterior (Movimiento creativo con máscaras / Mail art) previamente habíamos establecido un grupo de siete personas reunidas bajo el concepto de habilidad. Ayer finalmente, fue el día de entregar los resultado de tan largo proceso creativo.
Después del examen de Biología nos juntamos en el ParqueForestal para entregarnos los regalos. Fue un día bastante bueno para juntarse. El clima nos acompaño harto, no hacía no frío ni calor. De modo que estuvimos bien cómodas el rato que estuvimos juntas.
Nos sentamos en el pasto a comer  para pasar el hambre y de algún modo celebrar que al fin este momento había llegado. Conversamos un rato de cosas triviales, para pronto dar paso a la entrega en sí.
Entre muchas risas comenzamos a entregar uno a uno los regalos en los que habíamos trabajado pensando no tan sólo en el concepto en el que se basaba el objeto, sino que también pensando en la persona a la que se le regalaría y también en uno mismo. Cada una puso su mucha dedicación en su trabajo. Eso era visible.
Todos los regalos eran muy creativos, llenos de colore.  Debo decir que mis compañeras tiene muy buenas ideas y saben llevar a cabo de manera muy pulcra sus ideas.
Todas comentamos cuanto nos había costado iniciar con el proceso creativos, cuantas veces habíamos quedado en blanco y detenidas en el proceso de continuar con un objeto, o comenzar con otro. También comentamos sobre el significado que cada uno le había dado a la palabra "habilidad" y en qué cosas se había basado para crear.
Fue un momento muy emotivo, muy grato, muy significativo para cada una. En los regalos no sólo de una manera coincidente se demostraban precisamente habilidades, sino que también se mostraban afectos.
Cada una plasmó en esos objetos más que el simple concepto de habilidad. Cada una colocó sus energías, sus pensamientos, sus ideas, dedicó tiempo a fabricarlos tanto en su mente como en lo concreto.
Cada una dio lo mejor de sí misma en este trabajo.
Todas se esmeraron mucho por plasmar mucho en un objeto sencillo, pero que a la vez no resultaba tan sencillo, ya que dentro de cada uno se hallaban inmersos un sin fin de conceptos intrínsecos , que quizá, por casualidad llegaron a quedar atrapados dentro de él.
Luego llegó la hora de despedirnos. Después de una semana tan intensa como esta, todas teníamos ganas de descansar. Ésta fue una semana cargada de muchas tensiones, ya que terminábamos el primer semestre y muchas, algunas  más que otras, rindieron pruebas por montón. Lo bueno fue que esta instancia logró cerrar la semana con un lindo broche de oro.

Este encuentro, al igual que las otras clases que hemos tenido (aunque en esta ocasión de manera extraordinaria no nos reunimos en el salón Brígida Flores) estuvo cargadísima de intensas emociones.

Un retrato, muchas historias



Finalmente, después de muchos días, tuvimos nuestra tercera clase de drama.
El contexto fue muy similar al de las otras dos sesiones de drama. La sala Brígida Flores una vez más se llenaba de silencio y emociones que afloraban desde lo más profundo de quien exponía.
¿Cuál era la dinámica de trabajo en esta ocasión? En primer lugar el público estaba dispuesto siguiendo la estructura del clásico anfiteatrogriego. Quienes en esta ocasión exteriorizarían sus emociones se reunieron en un círculo central en un comienzo. Ellos se abrazaron fuertemente en señal de afecto, apego e interés por el otro.

En esta oportunidad cada uno de los integrantes del tercer grupo debía presentarse ante el curso cuando la fotografía que habían escogido era proyectada ante la sala. Cabe decir que estas fotografías no eran cualquier tipo de foto, sino que contenía una alta concentración emocional para la persona.
En la mayor parte de las fotografías que se proyectaron aparecían familiares muy cercanos y significativos, como padres, abuelos y hermanos. Aunque de igual modo pudimos observar fotografías de amigos.
La belleza de estas fotografías no radicaba tan solo en quien era retratado con perfección en esa escena, sino que también éstas habían sido capturadas en un momento muy especial para ellos. Esas fotografías no eran solo imágenes frías y vacías. Ellas eran objetos simbólicos con mucho valor. Un tesoro para cada uno.
Uno a uno, estos narradores fueron pasando en frente para que su público oyera con atención las historias que tenían para contarnos. La gama de historias fue riquísima, y también así fue la riqueza de emociones que deambulaban por la sala.
Hubo momentos en que brotaban risas en masa, y otros en que las que las lágrimas comenzaban a derramarse no tan sólo de los ojos del narrados, sino también dentro de su público, especialmente entre quienes lograban establecer mayor vínculo emocional con la historia, con el narrador, con el contexto.
Conocimos, una por una, a cada una de esas personas tan especiales para cada narrador.
Detrás de cada fotografía había una persona. Detrás de cada persona había una historia que contar. Detrás de cada historia, se guardaban sentimientos. Y detrás de cada sentimiento estaba ese vínculo fuerte y hermoso que convertía a esa persona de un ser común y corriente a un real tesoro en la vida del narrador.
No podría comparar de forma alguna la carga emocional de esta sesión con las otras dos anteriores. Tampoco podría comparar este encuentro con ningún otro previo. Para mí cada uno de estos encuentros ha sido único e incomparable en toda dimensión.
En cada uno de estos encuentros hemos crecido en diferentes dimensiones. Hemos escavado en diversas zonas y profundidades en el interior.

Para finalizar con esta entrada me gustaría decir algo que reflexione ya habiendo terminado la clase. Pensé en la diversidad de recuerdos que uno posee almacenado en su memoria, y no sólo como cuadro de escenas vividas, sino que estas escenas están enlazadas con emociones cálidas y reales.

sábado, 1 de junio de 2013

Se regala una historia con emoción.





La clase del día Jueves 30 de Mayo fue para muchos una jornada con una gran carga  emocional. Una tarde en la que nos sentamos en círculo, nuevamente, para escuchar y contar parte de nuestra historia, compartir sentimientos en un ambiente relajado y de confianza.
El silencio preponderaba en la habitación. Las instrucciones estaban más que entendidas: guardar silencio, escuchar y abrir el corazón.
Hoy era el turno del segundo tercio del curso.
La estructura del curso era sencilla: dos círculos, uno dentro del otro. A los miembros del círculo interno le tocaba hablar sobre el (los) objeto(s) preciados que habían traído. Los que componían el círculo externo le correspondía escuchar y sentir, tratar de conectarse de forma emocional con el círculo interno. Y así fue.
En la habitación, como dije en un comienzo, predominaba el silencio. La única voz que se alzaba era la de quien en medio del círculo interno se posicionaba para contarnos el significado del amuleto escogido. Todos los demás teníamos nuestros sentidos abiertos para captar y vivir al máximo está experiencia.
Quien hablaba nos proporcionaba el sentido de ese objeto tan preciado para él. Luego debía escoger a alguien para entregárselo de manera simbólica, y explicar el por qué de su elección.
Formando parte de este escenario, dimensioné cuán distinto somos todos y cómo todos sentimos y expresamos de maneras tan diversas.
 La belleza de esa sesión, para mí, radicaba en la capacidad de escuchar con respeto e interés a cada una de las personas que se paraba en el centro para abrir su mundo emocional y mostrárnoslo sin filtros.
 Fuimos muchos los que nos emocionamos hasta las lágrimas y sollozos en esta clase. Tanto quienes iban hablando como quienes escuchaban se emocionaban.
En la sala una vez más, se había generado un ambiente intenso de emociones. Una carga inmensa de energías que fluían desde todas partes.
 Sentimientos hermosos de cariño, empatía, sana nostalgia, pena, alegría. Muchas emociones que intentaban surgir juntas desde las gargantas de quienes ansiaban hablar, hasta el punto de llegar a entrecortar sus voces o incluso enmudecerlas.


Me parece que lo que puedo recoger del día de hoy es toda esa emoción sana que se puede liberar, valga la redundancia, de una manera sana. Es sano sentir. Es sano expresar. Y como dijo el profesor Félix -la gente que es capaz de emocionarse y capaz de expresar es mucho más fuerte.  Esta frase me llegó mucho, ya que socialmente la gente que se emociona con facilidad es tratada como débil, incluso como inferior. No creo que el campo emocional situado en nuestro cerebro sea un error biológico, una mutación. Soy fiel creyente de que una de la mayores virtudes del ser humano, junto con su capacidad creativa, es su capacidad de plasmar sus emociones y sueños en todo lo que crea. Y no sólo en las creaciones materiales, sino que en cada palabra que lanza, en cada sueño que proyecta, en cada meta que se fija, en cada acción que realiza.








domingo, 26 de mayo de 2013

Intensidad emocional en el ambiente



En la clase anterior se nos asignó cierta tareas distribuidas para las semanas que le seguirían. El curso fue divido en tercios, según la lista de alumnos al primer tercio le tocaba trabajar el día 23 de Mayo con papel de diario.
Ese día es hoy. Y yo estoy dentro de ese primer tercio del curso.
Aproximadamente veinte alumnos conformaban el primer grupo. Nos sentamos en un círculo en el centro de la sala en torno  a un montón de periódicos y cintas adhesivas.
Esta clase fue dirigida por el profesor Félix Pérez, a quien no veíamos hace mucho rato. Él nos explicó la actividad de hoy, mientras el resto del curso guardaba silencio sentados en las sillas que estaban dispuestas en forma de círculo alrededor de nosotros.
La actividad del día consistía en revisar nuestra memoria y encontrar en ella a alguna persona que nos haya marcado mucho en nuestra vida, que haya influenciado de gran manera en nuestra forma de pensar, de hacer y de ser. Buscar en nuestras cabezas a una sola persona que nos haya impulsado tal vez a seguir el camino sobre el que hoy transitamos.
Se nos dio unos cuantos minutos para meditar y revisar dentro de nosotros hasta hallar a esa persona. A algunos les fue más dificultoso que ha otros hallar a esa persona.
Una vez en mente, tuvimos que ponernos manos a la obra. Ahora teníamos que armar sólo con papel de diario y cinta adhesiva un objeto que simbolizara a esa persona tan especial para cada uno. Algo que nos evocara algún momento con esa persona, que de alguna manera explicara quien era esa persona y por qué era tan especial para nosotros.
Fue emocionante ver como cada uno de los que estábamos en el círculo interior se esmeraba tanto en formar esa idea mental que tenían para simbolizar a ese alguien especial. El tiempo se nos hizo poco, pero con la mayor rapidez posible cada uno armo ese objeto.
Fue aún más emocionante, una vez terminado este trabajo oír las historias que cada uno contaba acerca de esa persona, cuando nos contaban y daban al descubierto toda esa gama de emociones que cada uno guarda en su interior. Fue como mirar a través de una radiografía los sentimientos de cada expositor. En ese momento se abrió una puerta,  dentro del relator que  nos permitía entrar a su lado más intimo. Se abrieron, entonces, ventanas en el interior de cada narrador que nos dejaban vislumbrar ese lado cálido y muy humano que cada uno contiene. Ese lado que cada quien demuestra en mayor o menor medida, con mayor o menor facilidad al mundo.
Muchas lágrimas brotaron en esta clase. Muchos abrazos, palabras bonitas y cariños se dieron al finalizar la sesión del día.

Nos fuimos sabiendo un poco más de nosotros mismos y un poco más de nuestros compañeros, con quienes compartimos casi todos los días y en casi todos los espacios de nuestra vida. Una tarde de potentes emociones. 



sábado, 25 de mayo de 2013

Movimiento creativo con máscaras / Mail art



Y finalmente llegó el día de utilizar las máscaras en las que tanto ya habíamos trabajado.
Pero aún esa fase no será abordada. Primero lo primero.
Iniciamos con relajación corporal. Relajamos brazos, espalda, sentimos nuestra respiración, nuestro cuerpo. Nuevamente nos encontramos con nuestros pies descalzos sobre el suelo. Una vez por semana recuerdo que mis pies están puestos bajo mis talones, que mis talones están bajo mis piernas, que mis piernas están bajo mis caderas, y que mis caderas sustentan todo mi tronco, el que está unido a mi cuello, del cual se proyecta mi cabeza y de la cual brotan mechones de cabellos. Eso me ha pasado cada última clase de Estrategia. He recordado que mi cuerpo está ahí. Mi cabeza vive en función de tantas otras cosas que me olvido por completo de lo que soy, de lo que estoy compuesta. Olvido con la rapidez del día a día lo mágico y maravilloso que resulta la disposición de cada una de las partes que me conforman. Olvido que todo posee una lógica mayor, pero cada vez que vuelvo a clases (todos los jueves) recuerdo lo que soy.
Pero en esta ocasión no sólo caminamos a paso lento, sino que también caminamos muy rápido intentando no chocar a nadie. Intente sentirme como cuando camino muy lento, pero fue un fracaso. Cuando camino muy rápido estoy más atenta a lo que sucede en el exterior que lo que suceden dentro mío.
Luego nos reunimos en grupos de nueve personas, nos enumeramos, para luego reunirnos con las personas que tenían el mismo número que nosotros. La  primera misión grupal del día era escoger un concepto relativo a la T.O. Nosotros escogimos habilidad. Pienso que el desarrollo de estas nos  a no tan sólo ser grandes terapeutas, sino también a ser grandes personas. Además el terapeuta trabaja directamente con el desarrollo de las habilidades y capacidades del usuario.
Luego nos separamos otra vez, para dar inicio a las actividades de movimiento creativo.
Nos dividimos en tres grupos en esta ocasión. El primero estaba conformado por aquellas personas que no se sentían aptas para realizar movimientos. El segundo grupo, los que se querían mover pero no tanto. Y el tercero, que estaba compuesto por personas que querían moverse con todas sus fuerzas.
Tuvimos un tiempo para preparar algo en diversos espacios de la escuela de terapia. Luego debíamos presentarnos ante el curso.
Pasado el tiempo el segundo grupo hizo ingreso a la sala. Hizo una actuación con máscaras, con gritos y movimientos. Luego el tercer grupo se presentó. Ellos danzaron con mucha energía. Se movían de un lado para el otro, saltaban, daban vueltas, se tiraban al piso, se levantaban, etc. Todo lo que implica movimiento.

Finalmente el primer grupo se presento. Ellos trabajaron con diversos instrumentos y otros objetos con los cuales pudieran emitir sonidos. Los integrantes del segundo y tercer grupo nos recostamos a oír y relajarnos con la música que nuestros compañeros habían compuesto especialmente para nosotros. Fue lo máximo!

sábado, 11 de mayo de 2013

Movimiento Creativo

No pictures


Con este nombre la profesora inició el trabajo. Al  parecer todo estaría relacionado con el movimiento de nuestro cuerpo hoy. Trabajaríamos la expresividad con nuestro cuerpo, así  como ya lo habíamos hecho con nuestras máscaras.
¡Ya era tiempo de comenzar a moverse con energía!
La dinámica con la que trabajo  fue muy entretenida. Primero nos sacamos los zapatos, y ella también, y se subió en una silla en frente de la clase. Nos hizo colocarnos en parejas, y ella comenzó a mover sus zapatos hacia un lado, luego hacia el otro. Uno primero, luego el otro, después ambos juntos, y nosotros no entendimos bien en un principio que significaba eso hasta que a alguien se le ocurrió que el par de zapatos representaba a la pareja, y que cuando el zapato de la derecha se inclinaba, saltaba, giraba sobre si mismo o entorno al zapato izquierdo, la persona que estaba a la derecha debía hacer la misma acción. Y los mismo si movía el zapato izquierdo, la persona de la izquierda debía imitar la acción del zapato.
Así estuvimos un buen rato saltando, girando, tirándonos al suelo, agitándonos, etc.
Luego, la profesora puso música para relajarnos. Comenzamos a caminar lentamente por la sala sintiendo nuestras pisadas. Caminando en cualquier dirección, focalizados sólo en nosotros, en lo que sentíamos, en nuestras emociones, en nuestra respiración, en nuestros pies y el piso, en nuestros brazos relajados moviéndose involuntariamente con el movimiento de nuestro cuerpo. Estábamos en un estado de casi inercia. Caminábamos casi como un acto reflejo. A mí la música que la profesora utilizó me encantó. Entre los tantos temas que colocó en el equipo habían algunos del soundtrack de Amelie, mi película favorita.
Mientras continuábamos con nuestro lento y relajado paso comenzamos a saludarnos sólo con un apretón de manos y una mirada directa a los ojos. Saludábamos al primer compañero que se nos cruzara en  nuestro camino. Todo esto en silencio. Luego, nos saludamos poniendo nuestras manos en los hombros, dándonos las manos, acariciando nuestros rostros, tocando nuestras orejas, nuestras mejillas, chocando cadera con cadera.
Luego, nos ordenamos por RUT desde el número menor al número mayor, es decir desde el más viejo al más pequeño. Y jugamos un juego en el que con movimiento de brazos y sonidos coordinadamente dábamos pasos a que jugara nuestro compañero de al lado. Uno marcaba el movimiento de brazos hacia la derecha y el otro hacia la izquierda. Y si uno quería podía cambiar el sentido del movimiento cambiando el  wich por el wach, o viceversa.
Lo último que hicimos fue caminar en reversa hasta toparnos con algún compañero espalda con espalda. Con él(ella) nos quedábamos para hacer la siguiente actividad. Todo sin mirarse, sólo sintiendo la espalda de la pareja debíamos ir expresando cada una de las cosas que la profesora nos iba diciendo a través de una historia muy sencilla. Expresamos rabia, compañía, cariño, tristeza, susto, tranquilidad. Y al final un cálido abrazo agradeciendo la compañía y el cariño entregado.


Aunque esta imagen no pertenece a esta clase para mi expresa el tema central del día

viernes, 10 de mayo de 2013

Dándole color a nuestros rostros.



Hoy tuvimos nuestra segunda sesión de trabajo en máscaras.
Pasaron dos semanas en que las máscaras tuvieron tiempo para secarse .
Hoy correspondía colorear esas pálidas máscaras que sólo estaban cubiertas con polvo de yeso, con algunas hilachas  de las bandas de yeso y más de alguna irregularidad en su superficie.
La profesora Erna, con quien trabajamos en esta ocasión, nos entregó algunos materiales para trabajar. Nos dio unas cuantas tijeras, papel para lijar, témperas, papeles, pegamento y pasta muro.
Los primero era recortar algunas imperfecciones y quitar algunas irregularidades con las lijas y tijeras. Luego, si uno quería podía empastar su máscara. El problema fue que el clima no nos acompañó mucho. Estaba lloviendo, y por ello las máscaras tardarían más en secar, y nos impediría continuar con el trabajo decorativo. Algunos, de todos modos decidieron empastar sus máscaras, pero debían llevárselas para terminar de retocarlas en casa, ya que las ocuparíamos en las clases siguientes.
 Otros decidieron comenzar de inmediato con el trabajo decorativo de las copias de sus rostros. La idea de esta decoración era que cada uno plasmara sobre sus rostros códigos de su identidad. Que manifestáramos a través de figuras, colores, aplicaciones todo lo que somos.
Poco a poco, dentro de la sala de taller comenzaron a darse forma esos nuevos rostros ahora coloridos. Algunas máscaras muy sencillas, otras muy producidas. Algunas tapizadas con papeles de muchos colores, con mosaicos de colores, otras simplemente pintadas con tonos que iban en degradé. Algunos rostros con tonos oscuros, otros muy brillantes. Algunas muy contrastante y otras muy sobrias.
Toda estas máscaras  no hacían más que ser el retrato ambulante de rostros diversos. Rostros de diferentes tamaños, formas, y ahora también de diferentes colores y diseños.
Cada máscara ahora representaba nuestra propia identidad, lo que cada uno es, nuestros propios gustos e ideales.
Cada máscara en esta clase se volvió un espejo de lo que nuestra  mente piensa, de lo que nuestros corazones sienten.
Ahora podíamos observar de manera concreta todo lo abstracto que cada uno guarda en su propio baúl oculto.
Algo que he notado desde un comienzo, y que llevo rescatando desde la primera clase, es el trabajo de autoconocimiento que emprendimos desde el primer momento, desde el primer encuentro. No ha habido, hasta ahora, ninguna clase en la que yo salga con la sensación de no haber crecido un poco más, o quizá no crecer necesariamente, sino más bien de que a mis pies se han lanzado una serie de conceptos, ideas, que funcionan en mi como fertilizante para plantas. Con cada actividad que realizamos, con cada plática que sostenemos, siento que estoy preparando mi terreno para seguir creciendo. Dotando mis tierras con nuevas herramientas, nuevos conocimientos, con nuevos sentimientos, con más fuerzas. Preparando esas tierras limpiándolas de las malezas que agotan los nutrientes de mis terrenos e impiden que continúe creciendo. Quitando poco a poco esas trabas que me impiden de ser yo misma con libertad. Librándome de esta caparazón que me impide crecer.

Estamos trabajando para poder comunicarnos



Inicialmente la clase de creación del blog creativo  estaba programada para el día 11 de Abril, pero por problemas internos de coordinación mi grupo se quedó sin sala de computación ya que  estudiantes de Medicina la estaban ocupando en el mismo horario que había sido "reservada" para nosotros. Así que nos tuvimos que ir para la casa no más con la idea de tener una clase recuperativa dentro de unos días, donde por fin podríamos crear nuestra bitácora de trabajo.
Finalmente, el día Viernes 26 de Abril pudimos recuperar esa clase perdida. Nos reunimos en la sala de computación que está en frente de la sala Mónica Suárez con el profesor Félix Pérez, quien fue el encargado de orientarnos en la creación de esta bitácora creativa.
Ese día, en esa sala, fue  creado el blog que hoy pueden leer.
La verdad es que antes ya había tenido un blog, pero lo utilizaba con fines totalmente distintos a los trazados para este.  La idea de esta página, por lo que entendí, es crear una instancia comunicativa y reflexiva sobre las actividades académicas realizadas, y  lograr conectar esas reflexiones con la profesión para la cual nos estamos instruyendo.
La idea me pareció genial, ya que, al menos para mí, es mucho más productiva la reflexión que realizo mientras escribo  que la que logro cuando hablo o me retro inspecciono. Supongo que tiene que ver con el tiempo que me toma redactar un texto. Las ideas hay que ir enlazándolas ordenadamente, al igual que cuando uno habla, pero con la diferencia que la escritura nos permite tomarnos más tiempo para desglosar cada idea y procesar cada palabra que utilizaremos para darle sentido a ese texto. Y además nos brinda la facilidad de poder corregir lo dicho, volver a empezar y revisar para analizarlo  de manera global.
Me parece importante mantener un registro de las actividades y los aprendizajes adquiridos tanto dentro de la sala de clases como las meditaciones internas que vienen a nosotros tras realizar las actividades diarias.
 Cada vez que termina una sesión académica quedan rondando en nuestras cabezas ciertas frases mencionada por alguna persona (ya sean profesores o compañeros), algunas conclusiones u observaciones que son necesarias anotar en algún lugar para no olvidarlas, y así poder analizarlas con mayor profundidad en otro momento, e integrarlas a nuestros pensamientos habituales. Que esas nuevas experiencias se adhieran a nuestros contenidos mentales y nos permitan crecer y seguir transitando por la vida, ya que cada experiencia vivida nos brinda de nuevas herramientas y materiales para poder continuar con la formación de nuestros proyectos y el cumplimiento de nuestros sueños y anhelos.
Bueno, y creo que esa es la intensión del blog: ir dejando registros sobre lo que hemos ido aprendiendo. Quizá más adelante nos sirva, también, para poder visualizar nuestros pequeños logros y perfeccionamientos en este proceso formativo para llegar a ser Terapeutas Ocupacionales. Así que de alguna manera este blog servirá como sistema de autoevaluación en muchos sentidos para todos nosotros.
Seguir adelante!

jueves, 2 de mayo de 2013

Música improvisada guiada por emociones

25 de Abril del 2013, Santiago, Chile.
¿Qué hay de importante en este día?
Fue el día de celebrar con música en vivo y aprender más sobre creatividad.

Nos reunimos en la sala Brígida Flores de la escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina Norte de la Universidad de Chile con la profesora Erna Navarrete. Ella nos introdujo un poco más en temas de creatividad. Algo que dijo, y me quedó dando vueltas en la cabeza, fue el significado que ella le daba a creatividad. Dijo que para ella la palabra creatividad podía ser fragmentada en tres partes: CREA-TI-VIDAD, lo que significaba "crea tu vida". Cuando oí sus palabras me quedé media patidifusa, pensando en cuantas veces había leído y hablado de este concepto y jamás lo había percibido de tal forma: La creatividad como la forma de crear tu vida! Quedé realmente maravillada.

Hablamos de la importancia de la creatividad en el ser humano, especialmente de su uso en la rehabilitación y capacitación de usuarios con alguna discapacidad. La creatividad es una herramienta que nos permite desarrollar nuestras capacidades ya que nos involucra completamente en la tarea creativa. Para crear no sólo necesitamos nuestro cuerpo, sino que requerimos que nuestra mente y cuerpo actúen en conjunto.

Luego de la teoría de la creatividad que vimos en clases, pasamos a reunir en de la sala todos los instrumentos que habíamos traído y otros más que la profesora trajo para trabajar.  
Formamos un círculo en torno al montón de instrumentos y comenzamos a caminar lentamente, sintiendo nuestra respiración, nuestros pasos, relajando nuestros brazos y espalda. Nos detuvimos, y por un momento tuvimos que observar los instrumentos que estaban ahí en el centro del círculo, y buscar uno que llamara nuestra atención.
De aquí en adelante no se habló más. Las instrucciones estaban dadas en las proyecciones del data. En la pantalla aparecían palabras, emociones y colores y según lo que ellas nos provocaran nosotros debíamos expresar esas emociones a través de sonidos con los instrumentos. Odio, pena, amor, felicidad, entre otros sentimientos aparecieron proyectados en la pantalla. Algo que me pareció chistoso dentro del ejercicio fue que los sentimientos positivos como amor y alegría tendían a ser representados por sonidos más melodiosos y suaves . En cambio, el sonido que se produjo cuando se proyectó la palabra odio fue estruendoso y para nada armónico.

Una vez terminada esta actividad nos separamos por tipo de instrumento que cada uno portaba: percusión, viento, cuerda, etc. Ahora debíamos crear una breve melodía capaz de transmitir una emoción. Mi grupo se llamó "Ráfaga" y creamos una muy muy breve armonía que, al fin y al cabo, sonó estupendo.
Los otro grupos fueron un poco más elaborados, especialmente los de percusión. Desde mi punto de vista ellos fueron lo mejor del grupo. Nos lograron contagiar verdaderamente de toda su energía y emoción.  




Del vídeo que adjunto, rescato la siguiente frase, que queda muy bien con el contenido de la clase: "La música evoca movimiento".




Bueno, y quién escribe este blog?





Yo soy Victoria Belén Cruz Ulloa. He vivido toda mi vida en Chile, específicamente en Santiago. Santiago es la capital de Chile, la metrópolis.
Alguien que haya pasado por Santiago puede haber notado que por la calles de esta ciudad la gente camina al paso más rápido que le permiten sus piernas. Yo por un largo tiempo fui de esos santiaguinos que caminan sin mirar quien está a su alrededor. De esos santiaguinos que no miran ni siquiera el pavimento que pisan mientras caminan, y aún menos miran el cielo que abraza sus preocupadas cabezas. Hoy ya no soy así. Salvo por extrañas excepciones, recorro cada lugar observando detalles que antes no era capaz de ver. Estas nuevas cosas que soy capaz de ver, esas cosas pequeñas que antes ignoraba, son capaces de cambiar radicalmente todo mi día.
Les sugiero que si en algún momento recuerdan lo que he dejado escrito por acá, detengan su paso y comiencen a mirar bajo sus pies, su entorno, la gente e incluso los sorprendentes detalles que ocultan las grietas del pavimento de la calle. 
No saben cuántas pequeñas y hermosas cosas pueden hallarse en las ranuras de las calles de Santiago.
 Mientras no lo hagan, no sabrán cuán reconfortante es encontrar una pequeñísima flor de color blanco intentando crecer entre el cemento santiaguino. Creciendo sólo con contados centímetros de tierra que han quedado atrapados en esas ranuras al igual que la semilla de la que proviene esa flor.


 Jardín Manzanita. Maipú, 2000
Comencé mi vida escolar en el jardín "Manzanita" en la comuna de Maipú. Este jardín estaba a pocas casas  de donde yo vivía.  Recuerdo muy bien las veces que tuve que disfrazarme, actuar para diferentes ocasiones, como para el día de la madre, dieciocho de Septiembre, el día de la raza, etc. 
Luego, continué mis estudios en  el colegio Excelsior de Santiago. Entré a 1° básico el año 2001, y conocí a gente de la que jamás me separé. Mis mejores amigos los conocí ese año y con ellos he vivido más de la mitad de mi vida. Pasé los doce años en ese mismo colegio y con ese mismo grupo de amigos. Claro está, que conocí en el camino a más gente a la que me aferré, y me fui distanciando de otros. La gente con la que me eduqué esos doce años realmente me marcó mucho, tanto compañeros como profesores, auxiliares e inspectores. Ellos de manera indirecta me ayudaron a definir mi camino. Me guiaron, tal vez sin notarlo, al camino sobre el cual hoy transito. Hoy estudio 
Terapia Ocupacional en la Universidad de Chile. Haber ingresado aquí es un verdadero sueño. Desde 1° medio que tenía la hermosa idea de llegar a esto que hoy comienzo.


Y nuevamente debo agradecerle a la vida por la gente que ha puesto en mi camino. Mis actuales compañeros de Terapia Ocupacional son gente muy hermosa. En los pasillos, en el patio, en el casino o en la sala de clases ellos crean un ambiente único.



Mis amigos y mi profesor favorito (2012)


viernes, 26 de abril de 2013

Un retrato de lo que somos



El Jueves 18 de Abril tuvimos nuestra primera sesión de trabajo con máscaras, pero antes de iniciar con la tarea de elaborarlas trabajamos en dibujar el contorno de nuestra cabeza y hombros sobre una cartulina blanca. Luego sobre ese bosquejo tuvimos que escribir y dibujar cosas que nos identificaran, que formaran parte de nuestras ideas, pensamientos, actitudes y gustos personales. Me costó mucho empezar con esta labor. Por más que me preguntaba qué cosas me caracterizaban y formaban parte de mi no se me ocurría absolutamente nada ¿¡Por qué es tan difícil responder preguntas de la única persona de la que siempre estamos acompañados?!
¿Por qué nos es tan sencillo responder a las preguntas que nos hacen  acerca de otras personas, y nos es tan dificultoso responder sobre nosotros mismos?
Bueno, es algo difícil de responder. Quizá la respuesta se halle en la biología, en la anatomía humana. Nuestros ojos están dispuesto para visualizar nuestro entorno, nuestro alrededor. Tal vez por eso es tan difícil hablar sobre nosotros, porque en nuestro día a día, a pesar de que siempre estamos con nosotros mismos, lo vivimos mirando hacia afuera.  Quién sabe, quizá si nuestros ojos pudieran volcarse hacia nuestro interior nos sería más fácil saber quiénes somos realmente.
Luego de terminar nuestro retrato escrito y dibujado, comenzamos con la confección de las máscaras. Lo primero que debíamos hacer era cortar trocitos de tela con yeso, especial para hacer máscaras, cubrir nuestros rostros con vaselina y poner papelitos que cubrieran nuestros ojos y cejas para evitar pequeños incidentes.
El trabajo se realizaba en pareja. Cada uno iría preparando las vendas de yeso sumergiéndolas en agua, y luego disponiéndolas sobre el rostro del compañero. Dando forma, moldeando, TENIENDO CUIDADO para que está resultara lo más exacta posible. Después de añadir unas cuantas capas de bandas de yeso y esperar a que estas secaran, retirábamos con cuidado el blanco prósopon del rostro del modelo.
Yo  ya había hecho máscaras. La última que hice una fue en 3ro medio para Artes Visuales. La idea de está máscara era descubrir las proporciones del rostro, no auto descubrirme, como lo fue para mi con esta actividad. Cuando vi la máscara que hizo mi compañera por primera vez dije - no se parece en nada a mi!!!! De verdad soy así? y creo que no fui la única que se sorprendió de las máscara que obtuvieron de su rostro.
Pienso que lo más mágico de las máscaras es que en ella queda plasmado cada detalle pequeño que nos compone, cada pliegue, cada profundidad, cada relieve. La máscara se convierte, entonces, en el registro inalterable del estado de la persona en ese momento. Se convierte en una insignia del semblante momentáneo de la persona. Tal vez si conservamos está máscara y la miramos en unos años más nos sorprenderemos nuevamente, al ver nuestro rostro de años atrás y notar cuánto hemos cambiado, o cuánto no hemos cambiado.
Para terminar un consejo: No remojen en exceso las bandas de yeso.

El primer encuentro.


T.O. 2013

Tras múltiples inconvenientes, y con mucha tardanza, se llevó a cabo la primera clase de Estrategias de intervención I, el día 28 de Marzo, en la Escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. 

A pesar de que para este día estaba convocada la primera marcha estudiantil del año 2013, la audiencia fue numerosa, y el motivo principal para que esto ocurriera recae en las enormes expectativas que cada uno tenía sobre esta asignatura, que sin más, era a la única que hasta ese entonces no presenciábamos. Y claro, esas ilusiones no se formaron solas en nuestras mentes de “Mechones”, sino que los alumnos de otros niveles de T.O. se encargaron de inducirlas a través de sus comentarios e historias.

Me parece que los profes notaron cuánta emoción y energía aportaba cada uno al salón, ya que nos costó mucho aquietarnos y guardar silencio. Estábamos todos en un estado de ‘hiperventilación’. Cuando finalmente nos lograron serenar, la profesora Erna Navarrete pudo presentarse, hablarnos sobre la asignatura, sobre ella, su experiencia formativa y laboral. Nos introdujo rápidamente, con su forma de ser, en un ambiente aún más enérgico, dejándonos a todos con muchas ganas de comenzar a trabajar en las actividades que  ella y el profesor Félix Pérez nos leyeron del programa del curso.
Luego de diálogos, comentarios y preguntas, pasamos a un trabajo bastante más activo. Esta actividad consistía en crear un triángulo con tres conceptos que tuvieran relación con nuestra forma de ser. De alguna manera, aunque parezca un trabajo muy sencillo, para muchos fue una ardua labor. Realmente es dificultoso mirarse a uno mismo y preguntarse ¿Quién soy? ¿Cómo soy?  Estamos tan acostumbrados a nuestra forma de ser y de actuar que funcionamos de una manera automática, sin conciencia de nuestra esencia.
Terminado esto, el trabajo se volvía aún más profundo. Debimos juntarnos en parejas, preferentemente junto a un compañero con el que no hubiéramos hablado, y explicarle porqué habíamos elegido esos conceptos.
Si la actividad anterior era laborioso, ya que implicaba una introspección, la actual resultaba serlo aún más, porque debíamos cuestionar y explicar nuestra forma de ser.
Terminado esto, debíamos reunirnos con otras parejas y presentar a nuestro compañero, describiéndolo con las cualidades que el (ella) nos había descrito. Y para finalizar, en grupos más grandes teníamos que crear una frase que nos representara, y luego presentarla al curso.
Esa tarde yo salí del Salón Brígida Flores con una sensación muy satisfactoria. Fue una tarde (valga la redundancia) donde ocurrió el encuentro entre un mundo personal y oculto, y un mundo exterior y social. Fue una tarde muy activa en todo ámbito, tanto en lo intelectual, emocional, social, y por qué no, también físico, pues nos reímos mucho mientras realizábamos las dinámicas ideadas por los profesores.
Ese primer encuentro no fue sólo un encuentro entre los docentes y nosotros, sino que fue el día en que se fusionaron los terrenos del pensamiento y la acción en el salón de clases.  

Creatividad




Sobrevive niño...no te mueras!

que contigo agoniza el alma mía,
vacía quedaría si se extinguiera
tu aliento de ingenio e inventiva.

Estereotipos, pautas y modelos,
las normas,los patrones, la rutina
de separar lo malo de lo bueno
emponzoña tu savia creativa.

Librándose una guerra pareciera,
que despiadada ironía de la vida,
sumisa integración social por fuera
por el interno creativo es maldecida.

Te dejaré jugar y reír en mi interior,
porque dicen que un adulto creativo
no es capacidad ni mente superior
solo es un niño que ha sobrevivido.



Miguel del Sur



¿Qué sabes de creatividad?